Con independencia de que expongan perspectivas localistas o universales, afirmen o nieguen su entorno, o luzcan el realismo sórdido o la fantasía desbordante, los narradores de la frontera han creado una variedad de textos que enriquecen el diálogo cultural entre México y los Estados Unidos. La frontera, para ellos, es un territorio abierto donde todo puede suceder, una zona libre donde todo está por ocurrir. En sus textos podemos encontrar una suma de estilos diversos que muestran la buena salud de esta literatura en la periferia nacional, el buen momento por el que pasa la narrativa norteña, fronteriza, en este siglo XXI que apenas esboza sus caminos a explorar, sus rutas a seguir. La narrativa que de ella emana es uno de los tantos portentos que ofrece a quien se acerca a su literatura. Como este libro lo demuestra, estudiar este corpus literario, analizarlo y criticarlo es hacernos parte suya, es convertirnos en hijos de su inmensa leyenda, en testigos de su intensa creatividad.